MALAQUITA

“Soy la Malaquita, el cristal de la transformación y la sanación. Mi esencia te ayuda a aliviar la timidez, los bloqueos y a sanar las emociones. Mi vibración absorbe las energías negativas y la radiación electromagnetica. Armonizo el chakra del corazón y el chakra del plexo solar. Es conocida  mi capacidad para liberar los patrones negativos  y los viejos traumas.”  

MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA MALAQUITA

Busca un lugar tranquilo donde puedas estar en calma. Cierra los ojos… Inhala profundo.. y exhala lentamente por la boca. Otra vez… Inhala… y al exhalar, suelta todo lo que no necesitas llevar contigo ahora: el peso del día, los pensamientos, las preocupaciones. Siente el suelo bajo tus pies…

Imagina que desde tu cuerpo crecen raíces cálidas, verdes y suaves que bajan profundo hacia el centro de la Tierra. Siente cómo la Tierra te sostiene, te abraza y te dice: “Estoy aquí para ti”. Ahora, abre tu corazón a la energía de la malaquita… esa piedra de un verde intenso, con vetas que parecen ríos serpenteantes. Siente su presencia acercándose… como una guardiana antigua de los misterios del alma.

Invoca suavemente: “Malaquita, espíritu de transformación, te invito a entrar en mi espacio sagrado. Muéstrame lo que necesito liberar. Ayúdame a sanar, a recordar y a despertar.”

Siente cómo su energía empieza a envolverte… una espiral verde que abraza tu pecho, suave pero firme… Siente cómo va abriendo poco a poco las puertas de tu corazón, invitándote a mirar adentro sin miedo.

La malaquita te guía por un espacio interior… como si dentro de ti hubiera un bosque lleno de emociones, recuerdos y sueños que crecen, entre raíces y hojas. Camina con ella… déjala mostrarte un rincón donde guardas una emoción que no has expresado, un dolor antiguo, un patrón que ya no necesitas. No juzgues. Solo observa. Coloca tu mano sobre esa emoción, ese recuerdo… y ahora imagina que la malaquita, como una brisa verde, lo envuelve, lo transforma… lo limpia… y lo libera. Siente esa sensación de alivio. Siente cómo dentro de ti se abre un espacio nuevo, fresco, fértil, para que nazcan cosas nuevas.

Escucha… La malaquita susurra: “No temas al cambio. Deja que el capullo se abra como una flor con la luz del sol. Confía en tu corazón. Lo que duele también puede florecer. Todo lo que eres es sagrado.”

Respira profundo y deja que estas palabras penetren suavemente en tus células… como semillas verdes cayendo en tierra fértil. Lleva tus manos al corazón y da gracias a la malaquita por su guía, su valentía y su medicina. “Gracias, piedra de transformación, por mostrarme mi fuerza, enseñarme a soltar y abrirme al camino de mi verdad.”

Imagina ahora cómo la espiral verde se funde lentamente en tu pecho… ya no está afuera, ahora está dentro de ti. Y siempre quedará allí… cada vez que necesites recordar cuánto poder tienes. Inhala profundo una vez más… Exhala suave y lentamente… y, cuando lo sientas, mueve tus dedos, abre los ojos y vuelve suavemente aquí y ahora.