TOPACIO IMPERIAL
“Soy el Topacio Imperial, el cristal de la abundancia y la manifestación. Mi esencia es cálida y radiante, como un sol dorado que ilumina tu camino. Mi vibración te conecta con las energías de niveles superiores, conectándote con tu origen divino. Armonizo el chakra del plexo solar y el chakra sacro. Es conocida mi capacidad para aumentar la confianza en uno mismo y promover la creatividad.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DEL TOPACIO IMPERIAL
Busca un lugar tranquilo. Cierra los ojos suavemente y respira profundo. Inhala… y al exhalar… suelta todo lo que ya no necesitas. Una vez más… inhala luz, exhala y suelta tus tensiones. Y otra vez… hasta sentirte un poco más aquí, más contigo.
Imagina que estás caminando por un sendero lleno de luz dorada. Es una luz cálida, como la del sol al amanecer, que te envuelve con ternura y fuerza. Este sendero te lleva hacia un viejo templo de cristal en el corazón de una montaña dorada. En el centro, descansa un cristal brillante: el topacio imperial, que irradia su luz como una llama tranquila. Te acercas, y sientes su energía entrar lentamente en tu campo.
Permítete sentir la esencia del topacio imperial. Visualiza esa luz dorada envolviéndote por completo, llenando tu pecho, tu abdomen, tu columna. Como si una versión más sabia de ti misma te abrazara desde adentro y susurrara: “Has venido a brillar desde la verdad. No necesitas permiso. Eres suficiente tal como eres.”
Siente cómo esta energía comienza a encender tu plexo solar, el centro de tu voluntad. Respira profundo allí y nota cómo el topacio limpia toda duda, miedo o sensación de pequeñez. Luego, esa energía sube hacia tu corazón, y después a tu mente. Llena cada parte de ti con confianza, alegría y determinación sagrada.
En silencio, el topacio te envía un mensaje… Quédate unos momentos, escucha… Siente tu fuerza y tu poder. ¿Qué decisión puedes tomar hoy desde el corazón? Permite que tu ser se despliegue, permítete ser la mejor versión de ti.
Agradece al topacio imperial por su presencia. Lleva una mano a tu plexo solar y otra a tu corazón, y repite en silencio: “Honro mi luz. Honro mi verdad. Mi poder fluye desde la paz.” Inhala profundo, exhala suavemente y, cuando lo sientas, regresa lentamente y con amor. Lleva contigo la certeza de tu valor.