TURQUESA
“Soy la Turquesa, el cristal de la comunicación y la protección. Mi energía te ayuda a expresarte y te protege de las energías negativas y la radiación electromagnética. Mi vibración une el cielo y la tierra, brinda calma y paz interior. Armonizo el chakra de la garganta. Es conocida mi capacidad para mejorar estados de agotamiento y estrés emocional. Armonizo los meridianos.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA TURQUESA
Busca una posición cómoda. Cierra los ojos lentamente… Inhala profundo… y exhala suavemente. Inhala otra vez, siente cómo el aire entra en tu pecho… Y exhala, dejando salir esas tensiones, pensamientos y preocupaciones…
Ahora imagina que estás caminando por un desierto sagrado al amanecer… El cielo es de un azul suave, con bordes dorados que brillan. Sientes paz… y una brisa fresca acaricia tu piel. Justo frente a ti… se abre una cueva de piedra, decorada con vetas turquesas. Es el Templo de la Voz del Corazón. Entras con respeto y reverencia. Dentro, todo brilla con una luz azul verdosa, como si el cielo estuviera vivo dentro de la tierra. En el centro… una piedra turquesa flota suavemente encima de un cuenco de agua cristalina.
Acércate… Siente la energía que irradia suave y poderosa. La piedra se abre hacia ti…. Recíbela… Siente las vibraciones que tocan tu pecho y tu garganta.
“Habla desde el alma — te dice —Tu verdad no necesita ser aprobada. Tu voz es sanadora cuando nace desde el amor.”
Siente cómo la energía de la turquesa entra en tu garganta… Una luz azul se enciende, expandiéndose con cada respiración… Disuelve bloqueos… Libera silencios antiguos… y deja espacio para que tu voz se llene de verdad, compasión y claridad.
Escucha… ¿Qué palabras quiere liberar tu alma? ¿Qué mensaje necesita salir, ser gritado, cantado o susurrado al mundo? Quédate unos momentos en silencio… y deja que tu voz interior fluya.
Ahora, agradece a la turquesa… por su guía, su amor y su protección. Siente cómo su energía se guardará en tu garganta, con su esencia de fluidez expresiva.
Sabrás que siempre podrás volver aquí cuando necesites recordar tu verdad. Inhala profundo una última vez… y al exhalar, empieza a regresar… Mueve los dedos de las manos, los pies…
Y cuando lo sientas, abre los ojos lentamente. Sintiendo en tu interior tu voz sagrada, tu verdad, la medicina de la turquesa que siempre caminará contigo.