AGATA TURQUESA
“Soy el Ágata Turquesa, el cristal de la protección y la comunicación. Mi esencia te protege de las energías negativas y te ayuda a expresar tus pensamientos con claridad. Mi vibración calma y protege. Armonizo el chakra de la garganta. Es conocida mi capacidad para mejorar la expresión genuina del ser y proteger contra las radiaciones electromagnéticas.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA AGATA TURQUESA
Cierra los ojos… Respira suave y profundo… Inhala… y siente cómo el aire entra como una ola fresca… Exhala… y suelta, suelta todo lo que ya no necesitas…
Una vez más… Inhala serenidad… Exhala tensión…
Imagina ahora que estás sentada junto a un lago cristalino. Sus aguas son de un azul turquesa tan claro que parece reflejar tu alma. Todo está en calma. El aire es fresco, amable. Y tú estás a salvo aquí. Este es tu espacio sagrado.
Siente el suelo bajo tu cuerpo… Las raíces de la Tierra te sostienen… Y sobre ti, un cielo diáfano se abre como una caricia infinita.
Siente ahora en tu pecho una luz suave y turquesa que comienza a crecer… Es la energía del Ágata Turquesa que te envuelve como un manto de paz líquida. Te abraza con su calma, con su claridad.
Desde esta luz, escucha una voz suave, como si el agua te hablara…
🌀 “Estoy aquí para recordarte la belleza de tu verdad.
No hay prisa. No hay juicio. Solo espacio para que seas, para que digas lo que sientes, para que te escuches con amor.”
Respira esa verdad. Déjala descender a tu garganta, a tu pecho, a tu vientre.
Y repite en silencio (o en voz alta si lo deseas):
🌿 “Mi voz es sagrada.
Mis palabras son puentes de luz.
Me expreso con amor y claridad.”
Siente cómo el Ágata Turquesa alinea tu voz con tu alma. Te ayuda a decir lo que necesitas. A callar con conciencia. A hablar desde tu centro. No hay esfuerzo. Solo fluidez.
Ahora, coloca tus manos sobre tu garganta o corazón y siente la vibración allí.
Pregúntale al Ágata Turquesa:
✨ “¿Qué verdad desea hoy nacer en mí?”
Permanece unos instantes en silencio, escuchando. Sintiendo. Deja que cualquier palabra, emoción o sensación emerja. No la juzgues. Solo obsérvala. Es un regalo.
Cuando lo sientas, da gracias.
Gracias al Ágata Turquesa por su sabiduría suave, por enseñarte que la verdadera fuerza está en la calma, y que tu voz tiene el poder de sanar, unir y crear.
Respira profundo una vez más… Mueve suavemente tus dedos… Y cuando estés lista, abre los ojos.
🌊 Lleva contigo la vibración de este cristal. Habla con dulzura. Escúchate con atención.
Y recuerda: tu verdad es hermosa, y merece ser compartida con amor.