AZURITA
“Soy la Azurita, el cristal de la intuición y la sabiduría. Mi energía te conecta con tu ser interior y te ayuda a elevar la conciencia aun nivel superior. Mi vibración armoniza el chakra del tercer ojo. Es conocida mi capacidad para liberar bloqueos, transmutar los miedos y las fobias, y limpiar el estrés, las preocupaciones y la tristeza.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA AZURITA
Cierra los ojos. Inhala profundo… y exhala lentamente. Una vez más… inhala… y exhala.
Siente cómo con cada respiración, tu cuerpo va soltando… las tensiones, las preocupaciones, y cualquier ruido del mundo exterior.
Ahora imagina que estás sentada o acostada sobre una suave pradera, en la cima de una colina. Es de noche. El cielo está despejado, lleno de estrellas, y una luna azul pálido ilumina todo con una luz suave y serena.
A tu lado, como si emergiera de la tierra misma, ves una piedra brillante, profunda, como el cielo nocturno… Es la Azurita.
Te acercas. La tocas con tus manos. Sientes su superficie fría, suave, casi líquida…
y de inmediato, una energía azul intensa comienza a envolver todo tu cuerpo.
La Azurita comienza a hablarte sin palabras. Te susurra a través de la intuición.
✨ “Confía en tu sabiduría interior…”
✨ “Mira más allá de lo visible…”
✨ “Permítete recibir visiones, ideas, comprensión…”
Su energía se conecta directamente con tu frente, justo entre tus cejas, activando suavemente tu tercer ojo. Sientes cómo se abre… como un portal luminoso hacia tu interior.
Permanece aquí unos momentos… recibiendo imágenes, símbolos, colores… Lo que llegue está bien. Azurita te guía en este viaje hacia tu verdad, tu visión más clara,
tu intuición más profunda.
Y ahora, como si la energía azul comenzara a expandirse por todo tu cuerpo, sientes cómo tus pensamientos se calman, tu mente se aclara, y se enciende una luz suave dentro de ti, una luz que te dice: “Ya sabes. Siempre lo has sabido.”
Azurita te invita a confiar. A expresarte con autenticidad. A elegir el camino de tu alma, con claridad y propósito.
Poco a poco, la piedra comienza a fundirse con la tierra… su energía queda contigo,
en ti, en tu mirada, en tu voz, en tu verdad.
Respira profundo… lleva tus manos al corazón… y agradece.
Cuando estés lista, puedes comenzar a mover suavemente tu cuerpo… abrir los ojos…
y regresar, sabiendo que esa guía azul… vive en ti.