CALCITA ÓPTICA
“Soy la Calcita Óptica, el cristal de la claridad y la amplificación. Mi esencia potencia tus intenciones y aumenta tu conciencia. Mi vibración es relajante, da calma y determinación en la toma de decisiones. Armonizo todos los chakras. Es conocida mi capacidad para limpiar los cuerpos emocional, mental y espiritual y ver más allá de lo visible.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA CALCITA ÓPTICA
Cierra los ojos… Lleva tu atención hacia tu respiración… Inhala profundamente por la nariz… y exhala lentamente por la boca… Siente cómo con cada exhalación, tu cuerpo se afloja… cómo el aire se lleva cualquier tensión, cualquier pensamiento que ya no necesitas ahora…
Permítete este momento para ti… para volver al centro, a la claridad, a la calma.
Visualiza frente a ti una hermosa calcita óptica, translúcida, casi mágica… Su luz es clara, blanca, brillante como un rayo de luna que atraviesa el cristal.
Siente su energía… Sutil, precisa, ligera… como si te abriera los ojos del alma.
Ahora imagina que esta piedra se posa suavemente sobre tu entrecejo… en tu tercer ojo… Y desde ahí, emite una vibración que se extiende… Lentamente, amorosamente…
hacia todo tu campo energético.
La calcita óptica te ayuda a ver con claridad… a percibir más allá de lo evidente…
Te conecta con tu intuición más pura. Siente cómo esta energía activa tu percepción interna… Te invita a ver con ojos nuevos.
Si hay algo en tu vida que te confunde… Si hay un velo que no te deja ver tu verdad…
Pide ahora que esta piedra te muestre el camino…
Permite que lleguen imágenes, sensaciones, ideas… sin esfuerzo, sin forzar… Solo deja que la luz de la calcita óptica limpie y revele.
Tómate un momento para quedarte en este estado de visión interna… de conexión pura contigo misma, contigo mismo.
Y cuando lo sientas, agradece a esta piedra por su guía… por mostrarte lo que estabas lista o listo para ver.
Inhala profundo… Siente cómo vuelves poco a poco a tu cuerpo… a tu respiración…
al momento presente.
Mueve suavemente los dedos de tus manos, de tus pies… Y cuando lo sientas… abre los ojos.
Recuerda:
La verdad siempre estuvo en ti. La luz solo te ayuda a verla.