KUNZITA
“Soy la Kunzita, el cristal del amor universal y la compasión. Mi energía abre tu corazón, ayudándote a sanar heridas emocionales, alivia el estrés, la depresión y los ataques de pánico. Mi vibración disipa la negatividad, fortalece el campo energético y protege el aura. Armonizo el chakra del corazón. Es conocida mi capacidad para promover el amor incondicional y la paz interior.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA KUNZITA
Busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte o recostarte, con comodidad. Cierra los ojos y empieza a respirar profundo, sintiendo cómo entra el aire y cómo sale suavemente. Permítete que tu respiración te conecte contigo y te ayude a volver a tu centro. Cada exhalación es una oportunidad para soltar las tensiones del día, las preocupaciones y la necesidad de controlar todo. Siente cómo vuelves al corazón, a ese pulso que te recuerda quién eres realmente.
Ahora siente como la energía de una piedra translúcida, de un color entre rosado y lila, es la kunzita, que aparece frente a ti recíbela en tu pecho… En tu corazón se abre una puerta de luz rosada y violeta, una entrada que te invita a visitar un lugar muy especial interno. En este lugar hay amor, un amor incondicional, que solo te pide que seas tú mismo. Recibe en el centro de tu corazón la kunzita, esa una gema hermosa, que brilla llena de vida y luz. Cuando te acercas, sientes su vibración, como una caricia para el alma. Siente cómo esa energía amorosa te envuelve, como un abrazo cálido y suave que simplemente te sostiene.
La kunzita te susurra: “No necesitas endurecerte para proteger tu corazón. Puedes abrirlo, confiar y dejar que tu sensibilidad sea un regalo sagrado.” Permite que esas palabras fluyan en ti, como una semilla que empieza a florecer desde adentro. Respira profundamente y siente cómo esa luz rosa y violeta se expande desde tu pecho hacia todo tu cuerpo, llenándote de aceptación, paz y ternura hacia ti misma.
La kunzita despierta en ti la sabiduría del amor compasivo. Te recuerda que tu suavidad es tu fuerza, que puedes soltar el miedo a no ser suficiente y sostener tu corazón sin cerrarlo. Tal vez quieras aprovechar este momento para colocar aquí una intención, un recuerdo, una herida, una relación o incluso tu propia voz, algo que necesites, más amor en tu vida. Entrégale ese deseo a la kunzita y siente cómo la envuelve con su luz, solo amándolo. Permanece unos instantes más en este espacio, respirando y sintiendo, abriéndote a recibir la energía que aquí fluye.
Cuando lo sientas, agradece a la kunzita por su presencia, por su sabiduría tan suave y clara. Vuelve lentamente a tu respiración, al latido de tu corazón, a tu cuerpo. Y cuando sea el momento, abre los ojos, sintiendo cómo vuelves a este instante, con un corazón más abierto, más dulce y auténtico. Estás de vuelta, y tu corazón ahora está más lleno de amor y confianza.