LABRADORITA DORADA
“Soy la Labradorita Dorada, el cristal de la transformación y la protección. Mi esencia amplifica tu intuición y tu creatividad, ayudándote a superar los desafíos y a protegerte de las energías negativas. Mi vibración promueve la autoconfianza y la claridad mental. Armonizo el chakra del plexo solar y el chakra del tercer ojo. Es conocida mi capacidad para intensificar la conexión con el universo.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA LABRADORITA DORADA
Busca un lugar tranquilo donde puedas relajarte. Siéntate o acuéstate en una posición cómoda. Cierra los ojos… y comienza a hacer respiraciones profundas… inhalando y exhalando suavemente. Hazlo otra vez: inhala… y exhala… Siente cómo tu cuerpo empieza a relajarse.
Ahora imagina delante de ti una suave luz dorada que comienza a brillar… Esa luz no viene del exterior, sino que nace desde adentro, justo en tu plexo solar. Esa luz representa tu verdad, tu fuego interior… y al abrirte a la esencia de la labradorita dorada siente cómo ese fuego empieza a crecer… y con cada latido de tu corazón, te conectas con la luz brillante de la labradorita dorada. Siéntela frente a ti: un cristal que refleja el sol, con destellos dorados que parecen moverse suavemente, como olas en su interior. Siente su presencia. Siente cómo vibra.
Y ahora, con delicadeza, acércate… a ella y escucha…
“Estoy aquí para ayudarte a recordar quién eres. Eres fuego y claridad. Eres visión y propósito. Eres luz que guía.” Siente cómo esa energía comienza a fluir dentro de ti… activando aún más tu fuerza interior… Luego pasa a tu corazón, encendiendo tu compasión y claridad… Y después llega a tu mente, a tu tercer ojo, despejando pensamientos y permitiendo que tu propósito se aclare con nitidez.
La labradorita dorada te envuelve con su sabiduría. En este espacio especial, te plantea una pregunta: ¿Qué verdad pulsa en ti para expresar al mundo? ¿Dónde puedes brillar sin miedo, sabiendo que tu luz no compite, sino que enciende? Escucha… siente… Quizás recibas imágenes, palabras o emociones. Confía en lo que venga. Quédate unos momentos en esta conexión. Respira profundo. Permite que esta luz dorada fortalezca tu autenticidad.
Y cuando sientas que es momento, lleva tus manos al corazón y da gracias. Agradece a la labradorita dorada por su guía, su espejo y su chispa. Inhala profundo… Exhala suavemente… Y cuando lo sientas, abre lentamente los ojos. Estás aquí… Más tú que nunca. Brillando con tu verdad.