AGATA ROSA

“Soy el Ágata Rosa, el cristal del amor y la compasión. Mi energía abre tu corazón y te llena de ternura y bondad. Mi vibración es suave y amorosa, promoviendo la sanación emocional. Armonizo el chakra del corazón. Es conocida mi capacidad para sanar heridas emocionales y promover el amor propio, ayudando a superar la ansiedad, la depresión, la agresividad.”  

MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA AGATA ROSA

Cierra los ojos con suavidad… Permítete llegar aquí… a este instante que es solo para ti. Suelta todo lo que no necesitas sostener… y siente el aire entrar, lento, envolvente… como un suspiro que limpia… como un abrazo que te acoge.

Inhala… Exhala… Presente. Aquí estás. Aquí estás contigo.

Visualiza frente a ti una suave luz rosada… flotando en el aire como una neblina de amor. Siente cómo esa luz se va acercando a tu corazón, como si el alma de una antigua guardiana viniera a recordarte quién eres.

Esa luz… es el espíritu del Ágata Rosa. Delicada, tierna, maternal… Se posa sobre tu pecho… y comienza a envolver tu corazón en un manto de dulzura infinita.

Déjala entrar. Permite que sane lo que duela. Permite que abrace lo que callas.

Ahora siente cómo esa luz se vuelve más cálida, más viva… Empieza a pulsar con tu respiración. Con cada inhalación, la energía del ágata rosa desciende suavemente por tu cuerpo:
relaja tu pecho,
desarma tus hombros,
desenreda tus pensamientos…

Esta energía no empuja, no exige, no juzga. Simplemente te ama.

Respira profundo y siente cómo se acomoda dentro de ti… como si recordaras cómo se siente vivir en paz contigo misma.

En este silencio, el ágata rosa comienza a hablar… no con palabras, sino con sensaciones, susurros, memorias. Permite que su sabiduría te toque:

🕊️ “No necesitas ser perfecta.”
🕊️ “Eres digna de amor, justo así, como estás.”
🕊️ “Cada herida es un pétalo que vuelve a abrirse.”
🕊️ “Vuelve a ti. Vuelve a casa.”

Deja que alguna de estas frases te atraviese… como una semilla que se planta en tu corazón.

¿Qué parte de ti necesita escuchar esto hoy?

Quédate unos minutos respirando con esa sensación… sintiéndote sostenida, amada, acompañada… por ti… y por la ternura sabia del ágata rosa.

Poco a poco… siente de nuevo tu cuerpo aquí. Mueve los dedos de las manos, los pies… y lleva una mano al pecho.

Agradece a esta piedra por su presencia. Y agradécete a ti por haber abierto la puerta.

Cuando lo sientas, abre los ojos. Con una nueva suavidad en la mirada… una nueva ternura en tu corazón.