AVENTURINA VERDE
“Soy la Aventurina Verde, la piedra de la creatividad y la prosperidad. Mi esencia promueve la compasión y la conexión con tu corazón. Mi vibración calma la ira y la irritación nerviosa. Armonizo el chakra del corazón. Es conocida mi capacidad para contrarrestar la tensión geopática, la radiación electromagnética y la polución ambiental.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA AVENTURINA VERDE
Cierra los ojos lentamente… y comienza a llevar tu atención hacia adentro. Inhala profundo por la nariz… siente cómo el aire entra y acaricia tu interior… Exhala lento por la boca… liberando todo lo que no necesitas en este momento.
Lleva tu conciencia al centro de tu pecho… al espacio sagrado de tu corazón. Imagina una luz suave, color verde jade, que comienza a brillar dentro de ti… Es la luz de la aventurina verde.
Permite que esta luz se expanda suavemente… llenando tu pecho, tus brazos, tu espalda… Tu cuerpo se baña en esta energía suave, fresca, equilibrante. Es como si la brisa del bosque acariciara cada célula de tu cuerpo.
Ahora, visualiza frente a ti una aventurina verde… puede ser una piedra pequeña, o un cristal más grande, tal vez tiene vetas suaves, como ríos de luz. Acércate a ella con el corazón abierto. Siente su presencia como si te estuviera esperando.
Esta piedra es guardiana de la armonía, del crecimiento interior, de la confianza tranquila que se asienta en el alma. Permite que su energía te envuelva… como una caricia reconfortante que te recuerda:
estás a salvo para florecer.
Siente cómo la aventurina te susurra… “Confía en tu proceso. La vida se mueve con suavidad cuando sigues el ritmo de tu corazón. Tu esencia es medicina. Tu paz es poder.”
La aventurina verde te enseña a decir sí a la vida… a abrazar los cambios con gracia,
a abrir el corazón incluso después de haberlo cerrado.
Siente esta sabiduría integrarse en ti… como raíces suaves que se anclan en tu alma.
Ahora, agradece a este ser cristalino por su guía… y visualiza cómo su luz verde se integra completamente en tu pecho, como una semilla de paz que queda en ti…
nutriendo cada paso que des. Inhala profundo una vez más… Exhala con suavidad. Comienza a mover tus dedos lentamente… tu cuello, tus hombros… Y cuando estés lista, abre los ojos… trayendo contigo la serenidad y la sabiduría de la aventurina verde.