DIAMANTE
“Soy el Diamante, el cristal de la pureza, la manifestación y la abundancia. Mi energía limpia el dolor emocional y mental. Mi vibración bloquea las tensiones geopáticas y las radiaciones electromagnéticas. Armonizo el chakra corona. Es conocida mi capacidad para amplificar la energía, promover la claridad mental y facilitar la conexión espiritual.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DEL DIAMANTE
Cierra suavemente los ojos… Haz una respiración profunda… Inhala, sintiendo cómo el aire entra suavemente en tu ser… Exhala lentamente, soltando cualquier peso, cualquier tensión. Haz una pausa, permitiendo que tu cuerpo se relaje en la quietud de tu interior…
Y en este espacio de calma, imagina que te encuentras en un campo luminoso, siente la luz del sol. El aire brilla con suavidad y, en el centro, se encuentra un diamante radiante, grande, perfectamente facetado, que irradia luz desde su interior hacia todo lo que lo rodea.
Te acercas al diamante. Sientes la energía del cristal envolverte, bañándote con su luz pura, que es intensa, pero no te ciega, al contrario, te invita a ver más allá de lo que los ojos físicos pueden percibir. Es una luz que limpia, activa, y purifica cada célula de tu ser, bañando cada átomo de tu cuerpo, impregnándote de vitalidad y claridad.
Ahora, imagina que colocas tus manos sobre el diamante… Siente cómo la energía de este cristal comienza a fusionarse con tu propia energía. Es una sensación de comunión de luz, de verdad profunda.
Siente cómo el diamante comienza a trabajar en ti, abriendo tus canales más elevados, limpiando cualquier sombra, cualquier bloqueo, y trayendo claridad a tu mente.
Escucha, siente y recibe la sabiduría del diamante… Él te dice:
“ Eres luz pura, creada para brillar con intensidad…. Cada desafío que has atravesado te ha fortalecido, como el diamante que se forma bajo presión. Ahora es el momento de liberar todo lo que no sirve, todo lo que limita tu brillo natural. Tu verdad es más brillante que cualquier sombra. Confía en ella, y en ti “.
Visualiza cómo la luz del diamante comienza a iluminar cada parte de tu ser:
Tu mente, tu corazón, tu cuerpo. Imagina cómo todos los pensamientos y las preocupaciones se disipan, como nubes que se corren… Deja que el diamante ilumine tu verdad interna.
Respira profundamente, y siente cómo esta luz se ancla en ti, conectando con tu esencia más pura. La luz del diamante brilla en tu interior, en tu alma.
Tómate unos momentos para integrar su esencia y su pureza. Permite que el diamante te recuerde que eres divinidad, eres claridad, eres fuerza. Siente la paz que viene de reconocer tu luz inmutable.
Ahora, lentamente, comienza a regresar. Siente tu cuerpo, tus manos, tus pies… Lleva contigo la luz del diamante, su claridad, su sabiduría. Y cuando lo sientas, abre los ojos suavemente, con la certeza de que llevas esa luz contigo.
Recuerda siempre: tú eres ese diamante. Brillando, fuerte, con pureza y autenticidad.