JASPE ROJO
“Soy el Jaspe Rojo, el guardián de la fuerza y la materialización. Mi esencia te brinda coraje y determinación, ayudándote en tu capacidad de organización para concretar tus proyectos. Transforma las idea en acción. Armonizo el chakra raiz. Es conocida mi capacidad para aumentar la fuerza física, promover la estabilidad emocional y proteger contra las energías negativas.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DEL JASPE ROJO
Busca un lugar tranquilo y cómodo. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Inhala profundo, siente cómo el aire llena tus pulmones, y exhala lentamente. Vuelve a inhalar y, al exhalar, nota cómo te vas conectando más con tu interior. Siente el peso de tu cuerpo, permitiéndote relajarte aún más, como si la tierra misma te estuviera abrazando, diciendo: ‘Estoy aquí, puedes descansar en mí’.
Ahora imagina que aparece una piedra, un jaspe rojo, recibe su esencia, su energía, en tu abdomen, siente como desde la base de tu columna crece una raíz. Es cálida, roja y llena de vida, como una llama que, en lugar de subir, baja y se adentra profundamente en la tierra, firme y segura.
Esa raíz es la energía del jaspe rojo despertando en ti; siente su fuerza. Es una fuerza tranquila y constante que te dice: ‘Estás vivo, toma tu lugar en el mundo’. El jaspe rojo te invita a habitar tu cuerpo como si fuera un templo sagrado, a confiar en tu instinto, a honrar tus deseos y a caminar con firmeza.
Deja que su energía se expanda por todo tu cuerpo, desde la raíz hacia tus piernas, abdomen y pecho. En silencio, repite en tu interior: ‘Yo Soy’. Escucha ahora el susurro de su sabiduría: ‘Tu poder nace en lo simple, en cada respiración, en cada paso, en cada decisión que refleja quién eres’.
Siente cómo esa voz enciende tu fuego interior, tu coraje silencioso, tu capacidad de levantarte, avanzar y crear. Si quieres sembrar una intención, este es el momento. Tal vez sea recuperar tu fuerza, establecer un límite o comenzar un nuevo ciclo. Coloca esa intención en la raíz roja que te conecta con la tierra. Siente que la tierra te escucha y que tu cuerpo te sostiene.
Inhala profundamente y, al exhalar, agradece al jaspe rojo por esta conexión. Poco a poco, vuelve a la conciencia, sintiendo tus pies y tu columna. Cuando lo sientas, abre los ojos. Ahora estás de regreso: más presente, aquí y ahora.