RODOCROSITA
“Soy la Rodocrosita, el cristal del amor y la sanación emocional. Mi esencia te ayuda a sanar heridas emocionales, incluso las de abuso sexual y a abrir tu corazón al amor. Mi vibración es suave y amorosa, promoviendo la compasión y la autoaceptación. Armonizo el chakra del corazón. Es conocida mi capacidad para sanar el corazón y promover el amor propio.” |
MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA RODOCROSITA
Cierra los ojos,… respira profundo … Inhala y exhala por la boca, soltando todo lo del día, los pensamientos y las preocupaciones… Hazlo una vez más… inhala… y exhala… Siente como con cada respiración entras en un lugar interno, más cálido, más tranquilo, más tuyo…
Siente como una suave luz rosada se hace presente y empieza a rodearte… Es delicada, como el color de una flor al amanecer. Esa luz viene de la energía amorosa de la rodocrosita. Siente cómo te envuelve, como un abrazo cálido, maternal y muy sanador…
Siente frente a ti una hermosa rodocrosita. Su superficie es suave, con vetas rosadas y blancas que se entrelazan como ondas llenas de ternura. Ábre a su esencia, su pulso,
Y permite que su energía comience a fluir hacia tu corazón, sobre tu pecho, justo en tu corazón. Siente cómo ese centro comienza a abrirse suavemente. Sin prisa, sin presión.
La rodocrosita te susurra:
“Mira tu dolor con ternura, y tu historia con amor, mereces y siempre has merecido amor profundo y completo.”
Permite que su energía viaje por tu pecho, tocando recuerdos antiguos, emociones no expresadas y heridas del pasado. No necesitas revivir esas heridas, solo obsérvalas con la luz rosada de la compasión. Siente como esta piedra es un bálsamo suave, acariciando cada rincón de tu ser que ha sentido abandono, rechazo o duda.
Recibe una versión más joven de ti misma que aparece frente a ti. Tu niña interior. Mírala con ternura. Acércate y búscala para abrazarla.
Dile en silencio:
“Estoy aquí para ti. Nunca más estarás sola.”
La rodocrosita te ayuda a sostener ese momento. Te entrega su energía para que puedas cuidar esa parte tuya con amor verdadero. Escúchala si quiere contarte lo que siente … Déjala llorar si lo necesita… Y tú, quédate… presente… amorosa y abierta.
Quédate unos minutos aquí, respirando, integrando… Sintiendo cómo tu corazón se vuelve más fuerte, más suave y más abierto…
Y cuando sientas que es momento, abraza a tu niña interior, dale un lugar en tu corazón donde poder seguir en contacto con ella, sabiendo que ahora tiene un espacio seguro en ti.
Agradece a la rodocrosita por su esencia amorosa. Inhala profundo… Exhala suavemente… Mueve lentamente los dedos, el cuello y el cuerpo. Y cuando sientas que es tiempo, abre los ojos. Llevando el amor dentro ti.