SUGILITA

“Soy la Sugilita, el cristal del amor espiritual y la sabiduría. Mi esencia te conecta con el amor divino y te protege de las energías negativas. Mi vibración es de gran contención para las personas sensibles, aliviando tensiones espirituales. Abro todos los chakras. Armonizo el chakra del tercer ojo y la corona. Es conocida mi capacidad para llevar luz y amor a las situaciones más dificiles.”  

MEDITACIÓN GUIADA: CONEXIÓN CON LA ESENCIA DE LA SUGILITA

Cierra los ojos suavemente y tómate un momento para centrarte en tu respiración. Inhala lentamente… y exhala con calma… Siente cómo con cada respiración te relajas más y más… Tu cuerpo se va soltando… Tu mente se tranquiliza… Y tu corazón empieza a abrirse…

Ahora imagina que una luz suave y brillante, de un violeta profundo, se hace presente … Es como un manto de luz que desciende formado por la energía de la sugilita, que baja con suavidad para acompañarte, protegerte y guiarte en esta meditación…

Abrete a su esencia… Siente cómo su vibración empieza a resonar en tu corazón… Deja que la energía de la sugilita fluya dentro de ti… expandiéndose en tu pecho, con su vibración suave, amorosa y clara… como si te abrazara desde adentro…

Siente cómo esta energía te envuelve por completo, limpiando tu campo energético… Liberando viejas cargas emocionales… Disolviendo heridas del pasado… Y trayendo paz profunda y sincera…

“Querida alma, no estás sola. Yo soy la luz que te sostiene en los momentos difíciles. Recuerdo quién eres, y cuál es tu misión, te protejo del ruido del mundo, y te ayudo a escuchar esa voz interior que siempre ha estado contigo…”

Ahora imagina que la sugilita se funde contigo… Ya no está fuera, sino que vive en ti… Como una llama violeta que arde en tu corazón espiritual… Una chispa que nunca se apaga…

Agradece la presencia amorosa de la sugilita. Honra su sabiduría. Siente como te acompaña, te protege y te sostiene en tu camino.”

Regresa lentamente a tu respiración… Siente el espacio donde te encuentras… Mueve suavemente tus manos y pies… Y cuando lo sientas, abre lentamente los ojos.